KYC: Verificación de identidad y cumplimiento normativo

Mucho se habla de las siglas KYC, las cuales se remiten al proceso de “Know Your Customer”, o “conoce a tu cliente”, pero muy pocas veces encontramos información de dónde proviene dicho término, qué es lo que realmente hay que saber y con qué normativa hay que cumplir, ya seas Sujeto Obligado o no.

A lo largo de este mes, iremos profundizando en diferentes conceptos y supuestos de este proceso, tanto como para las Personas Físicas o Jurídicas (o “Morales” en el resto de Latinoamérica) que deseen ingresar como inversores o clientes dentro del sistema financiero.

El proceso de KYC (Know Your Customer) comprende un conjunto de pasos destinados a verificar y autenticar la identidad de los clientes. Su propósito fundamental, tal como lo dice su nombre, es conocer al cliente. ¿Pero qué significa conocer a tu cliente?: en sí, es saber quién es; tanto la persona física como la persona jurídica, a qué se dedica, de dónde provienen los fondos que busca ingresar al sistema financiero, si su actividad profesional, si está sancionado, multado o bien buscado por algún organismo internacional, si tiene procesos judiciales iniciados, en curso o bien finalizados, si es una Persona Políticamente Expuesta (PEP), ya sea de forma directa o indirecta, entre otros muchos otros supuestos que iremos desarrollando. 

Entonces, ¿cuál es el fin del proceso de KYC?: el fin último es cumplir con las obligaciones internacionales de prevención de lavado de activos, y prevenir prácticas como el blanqueo de capitales, el financiamiento del terrorismo, narcotráfico, trata de personas, dinero proveniente de las maniobras de fraude online y otros delitos relacionados dentro del ámbito financiero.

Los procesos de KYC tienen como propósito central identificar y verificar la identidad de los clientes. Esto se logra mediante la recopilación y supervisión de datos y documentación confiable, no solo para corroborar que se trata de las personas que afirman ser, sino también para evitar la suplantación de identidad y el fraude online, junto con la prevención de las prácticas comentadas con anterioridad.

Asimismo, de acuerdo con las regulaciones de prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo aplicables a los Sujetos Obligados, antes de establecer una relación comercial, las entidades e instituciones financieras deben verificar la identidad del posible cliente mediante la consulta de diversos listados y bases públicas de información. Esto no se limita al Documento Nacional de Identidad (DNI en Argentina), la Clave Única del Registro de Población (CURP en México) o bien la Cédula de Ciudadanía o Documento de Identidad (CC / DI en Colombia), sino que también se deben generar screenings continuos y chequeos dentro de listados públicos Nacionales, Provinciales y Municipales de cada país. Por ejemplo, en Argentina, es obligatoria la consulta con el listado de RePET, el cual es un registro de acceso público en el ámbito de la Dirección Nacional del Registro Nacional de Reincidencia de la Subsecretaría de Asuntos Registrales del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

Les dejamos también nuestros blogs sobre los listados más comunes a verificar.

Para generar un flujo ordenado de apertura de cuentas y aceptación de clientes, en general, las entidades bancarias basan su proceso KYC en dos elementos claves:


  • Parámetros de KYC: esto se focaliza en la matriz de riesgo, los parámetros de los clientes y las políticas internas de aceptación o factores de riesgo.
  • Proceso de identificación de clientes: aquí es cuando se debe constatar la veracidad de la personas que quiere abrir su cuenta. En este proceso, la tecnología es un aliado clave para mitigar los sistemas manuales.

El Know Your Customer (KYC) representa la primera y principal medida antifraude para entidades bancarias, instituciones financieras y empresas del sector, ya que les otorga la capacidad precisa de conocer los datos importantes de sus clientes. Una vez que el prospect es aceptado como cliente, se dificulta mucho más realizar un seguimiento concreto de sus fondos, por lo que resulta clave realizarlo en una prima facie. 

Mientras que algunas empresas continúan implementando estos procedimientos de manera presencial, a fin de mitigar riesgos futuros pero en contrapartida de limitar al negocio, , un número significativo de organizaciones está adoptando progresivamente un enfoque completamente remoto, marcando el primer paso hacia una mejora definitiva en el proceso.

Las innovaciones tecnológicas ofrecen a las empresas un abanico de oportunidades para mejorar la experiencia del usuario, manteniendo al mismo tiempo el cumplimiento normativo y la precisión que merece la autenticación de nuevos clientes. Estas tecnologías también posibilitan la automatización de procesos, reduciendo costos y fortaleciendo la fidelización.

En este sentido, la validación digital es esta nueva capacidad de las empresas de dar de alta clientes mediante dos procedimientos claves: la identificación digital y la autenticación digital.

Al emprender un proceso KYC, es imperativo disponer de herramientas que resuelvan de manera ágil y con los más altos estándares de seguridad todos los requisitos previstos. Afortunadamente, existen numerosos servicios que posibilitan verificar fehacientemente la identidad de los clientes y, al mismo tiempo, corroborar sus perfiles cruzando datos con bases públicas de información. De manera que se tomen todos los recaudos para prevenir vínculos comerciales con agentes de delitos como el lavado de dinero y el financiamiento de terrorismo.

En conclusión, la implementación eficaz de tecnologías de KYC no solo refuerza la seguridad y la conformidad normativa, sino que también establece las bases para una relación comercial sólida y duradera con los clientes.

Habla con un experto

Habla con un experto
No items found.

Artículos relacionados

Ver todos los artículos