Cuando queremos elegir un restaurante para cenar, ¿qué hacemos? Lo buscamos en Google Maps, revisamos las estrellas, leemos los comentarios, vemos sus likes en redes sociales y comparamos reseñas. Tomamos decisiones de la vida cotidiana basándonos en datos. Entonces, ¿por qué no haríamos lo mismo en el ámbito profesional cuando evaluamos riesgos en materia de PLD?
Este fue uno de los mensajes más potentes que planteó Carlos Montaño, socio de Sirius Prevención, durante el webinar que organizamos recientemente sobre cómo transformar el cumplimiento normativo mediante un Enfoque Basado en Riesgo (EBR) con base cuantitativa.
La transformación digital y la presión regulatoria han impulsado a las instituciones financieras mexicanas a replantear su enfoque hacia la prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo (PLD/FT). El Enfoque Basado en Riesgo (EBR) con base cuantitativa ha emergido como la mejor práctica moderna para enfrentar estos desafíos con eficiencia, objetividad y valor agregado.
Las Disposiciones de Carácter General (DCG), la Evaluación Nacional de Riesgos y las recomendaciones del GAFI subrayan la importancia del EBR. Este marco exige que las instituciones no solo evalúen riesgos, sino que lo hagan con metodologías robustas, reproducibles y auditables. El EBR cuantitativo cumple con estas expectativas y va más allá al ofrecer ventajas operativas significativas.
Durante mucho tiempo, el cumplimiento en materia de PLD/FT en el sector financiero mexicano se ha basado en la experiencia subjetiva de los oficiales de cumplimiento. Aunque este enfoque ha sido funcional, presenta limitaciones importantes: falta de consistencia, dificultad para justificar decisiones ante entes reguladores y escasa capacidad de réplica entre instituciones. En contraste, el EBR cuantitativo marca una transformación al incorporar modelos matemáticos, análisis estadístico y datos transaccionales reales para evaluar los riesgos.
Este cambio no solo responde a una exigencia normativa, sino que permite una evaluación más robusta, objetiva y transparente. A través de un ciclo iterativo de diseño, implementación y validación, las instituciones pueden ajustar sus modelos en tiempo real, adaptarse a nuevas amenazas y cumplir con estándares internacionales de manera proactiva.
El EBR cuantitativo cambia las reglas del juego:
Comparar el EBR tradicional con el enfoque cuantitativo deja en evidencia un cambio de paradigma. Mientras que el primero se basa en percepciones cualitativas y conocimientos acumulados, el segundo se cimenta en modelos replicables que permiten evaluar riesgos con precisión y justificación técnica.
Por ejemplo, el modelo tradicional puede concluir que un tipo de cliente representa alto riesgo basado en su nacionalidad o perfil general. En contraste, el EBR cuantitativo considera factores específicos como el volumen, frecuencia y destino de las transacciones, cruzados con el comportamiento histórico de clientes similares, para determinar el nivel de riesgo real.
Este contraste se traduce en decisiones más defendibles, menos falsos positivos y una asignación de recursos más eficiente. Además, el enfoque cuantitativo se ajusta mejor a auditorías y revisiones regulatorias, ya que todo está respaldado por evidencia numérica y trazabilidad documental.
Como destacó Carlos durante el webinar, “la diferencia entre un enfoque tradicional y uno cuantitativo es comparable a navegar con una brújula vs. usar GPS: ambos orientan, pero solo uno te lleva con precisión al destino correcto”. Esta analogía resume de forma clara el nivel de control, detalle y eficiencia que ofrece el EBR cuantitativo.
Análisis cruzado entre tipo de cliente y producto/servicio usando mapas de calor para focalizar recursos.
Flujos operativos automatizados desde la detección hasta la decisión, con documentación integral.
Compatible con CNBV, CNSF, SAT y UIF. Mejora la preparación ante inspecciones y auditorías.
Evaluación de Madurez: Mediante radar de dimensiones clave (gobernanza, tecnología, personal, datos), las instituciones pueden medir su progreso y planificar mejoras.
Integración Tecnológica: Arquitectura modular que conecta sistemas core, bases de datos y herramientas de reporting.
El EBR cuantitativo no es una opción, sino una evolución necesaria para el sector financiero mexicano. Su adopción permite a las instituciones:
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